Gracias a nuestras zonas verdes hemos tenido la oportunidad de vivir y aprender de esta bonita historia. Ayer, mientras nuestros alumnos y alumnas de 1º de Educación Primaria disfrutaban del recreo, apareció en el patio un pajarito fallecido.
El pajarito, más tarde bautizado como Piolín, fue acogido por los alumnos y alumnas con el objetivo de darle una especial despedida al aire libre. Gracias a ello, se aprovechó a trabajar con los más pequeños el ciclo de la vida, la muerte y el respeto por la naturaleza.
Sin embargo, las sorpresas no han terminado ahí y esta mañana, mientras una alumna nos ha sorprendido con un bonito cuento sobre Piolín creado por ella misma, ha vuelto a aparecer un pequeño gorrión vivo. ¿Qué sorpresas más bonitas nos ofrece la naturaleza, verdad?