¡Descubrimos el paraíso del ukelele en nuestro propio jardín! En lugar de aulas convencionales, aprovechando el buen tiempo, nuestras clases de música se trasladan al aire libre. Con el telón de fondo de la naturaleza, exploramos los acordes del ukelele mientras nos sumergimos en la serenidad del entorno. Esta experiencia no solo despierta nuestra pasión por la música, sino que también nutre la conexión con la naturaleza. Aprendizaje y creatividad se fusionan en armonía, creando momentos inolvidables y fortaleciendo nuestro vínculo con el mundo que nos rodea.